Son miles de posibles causas a las que estamos expuestos y por las que nuestro ánimo y ganas de seguir adelante se pueden ver atropellados, y es muy normal que algunas veces, ante tales circunstancias, nos podamos sentir culpables por sentir precisamente eso; que se desvanecen nuestras ganas de seguir adelante.
Yo creo es muy lícito sentir ganas de llorar en momentos como esos, sentirse hundida y desear detener el mundo para bajarse de él. Desde luego, para mí no sería la primera vez, y tampoco creo que sea la última, que sintiera ganas de llorar, o de querer quedarme en la cama sola, pensando en cómo pudieron ser la cosas y no fueron, y llorar hasta cansarme… No, desde luego que no será la última vez, porque caer está permitido sí, pero levantarse es OBLIGADO, y yo me levanto, me levanto por mí, y por aquellos que de verdad me quieren, que sé, me he dado cuenta de eso, que son muchos a mi alrededor.
Intento mantener mi mente serena y con un permanente mensaje; que en esta vida todo pasa; nada es permanente. Intento recordarme que las almas más ingeniosas, sabias y amorosas, se crearon en momentos de desgracias. Seguiré aprendiendo de ellas, y seguiré adelante, repitiéndome para mí misma que lo mejor está por venir; porque... Caer está permitido y levantarse es obligado.
Consuelo Ruiz
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