Esta noche no podía dormir hace demasiado calor, y mientras estaba en mi cama… una idea,
más bien un concepto digamos, muy entre comillas me comenzó a
“atormentar” y ya no pude dejar de dar vueltas
en la cama así es que me levanté a escribir lo que daba vueltas por mí cabeza.
Y fue el hecho de pensar en los
momento que estamos viviendo, en los derechos que estamos perdiendo, lo que me
llevó a pensar en algo que para mí es primordial que es la libertad, porque veo que en ese campo también
estamos retrocediendo...¡¡ Libertad ¡¡ Cuanto nos costó a muchos conquistarla..
y con que facilidad algunos estamos viendo que se esfuma delante de nuestras misma
narices...
Y, hablo de esa Libertad de no
tener miedo al hoy, ni al mañana. De no ser vencedores ni vencidos aunque,
jajaja, no, eso no es verdad, no nos
engañemos porque siempre los primeros serán perseguidores de los segundos. Pero a pesar de todo, la libertad está allí,
(o al menos yo así lo creí algún día, hoy a duras penas sigo creyéndolo) está allí,
donde puedo mirar a los ojos a las personas cuando hablo con ellas, porque
aunque esta pueda saber a café negro,
fuerte y amargo en algunos momentos...a
la libertad todos la seguimos deseamos y persiguiendo
Y yo, particularmente quiero seguir hablando sin
miedos, sin que nadie me cuestione, tampoco
deseo ni quiero cuestionar nadie, yo no quiero verme en la obligación de exigir
un derecho que ya, es de todos tan
grande como lo es esa.. La Libertad. Quiero y
deseo ejercerlo con respeto e igualdad. Un derecho que hoy veo amenazado, por
personas frustradas, mediocres y que lentamente destruyen la vida de los demás.
Y no hablo de la libertad de tener miedo a un mañana, que si lo miro detenidamente a lo mejor también, si no de esa que algunos pedantes con su rimbombancia, la de sus grandes conceptos, sus grandes logros, se creen con más derechos a ejercer, imponiendo su opinión como decreto, y sus palabras como ley.
Quiero tener libertad para poder elegir, y decir lo que pienso sin que por ello sea una batalla verbal, cada vez que lo hago, y quiero mi derecho a opinar sin que por ello el mundo se ponga en mi contra. Siempre hubo y habrá infinitos colores, y para gusto se hicieron estos, hay diferentes caminos por los que cada uno puede seguir, y hay muchas posibilidades y opciones que cada uno en la vida puede tomar y una opción para cada uno de nosotros, que no tiene por qué que coincidir con la de los demás, pero si, la que le convenga a cada uno a modo personal, y no por ello tiene que estar equivocada.
Y no hablo de la libertad de tener miedo a un mañana, que si lo miro detenidamente a lo mejor también, si no de esa que algunos pedantes con su rimbombancia, la de sus grandes conceptos, sus grandes logros, se creen con más derechos a ejercer, imponiendo su opinión como decreto, y sus palabras como ley.
Quiero tener libertad para poder elegir, y decir lo que pienso sin que por ello sea una batalla verbal, cada vez que lo hago, y quiero mi derecho a opinar sin que por ello el mundo se ponga en mi contra. Siempre hubo y habrá infinitos colores, y para gusto se hicieron estos, hay diferentes caminos por los que cada uno puede seguir, y hay muchas posibilidades y opciones que cada uno en la vida puede tomar y una opción para cada uno de nosotros, que no tiene por qué que coincidir con la de los demás, pero si, la que le convenga a cada uno a modo personal, y no por ello tiene que estar equivocada.
Equivocado está el que intenta obligar a otro hacer lo que uno mismo piensa
o desea, ya sea por conveniencia o porque somos tan prepotentes que pensamos que lo nuestro es lo mejor, porque así, con esta actitud
estamos coartando la libertad de los
demás.
Lo cierto es que nunca es fácil
romper cadenas y siempre habrá quien decida encadenarse sin más con ellas, y esa
también es otra opción, que estará bien
y será de respetar si eso cada uno y quien lo haga, lo hace y lo decide en libertad…
Consuelo Ruiz.
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