Acompaño a este post con una imagen que ha hecho y me manda mi amigo Sergio Augusto Vistrain y que puede ir en relación con el mensaje que he querido manda.
Gracias amigo un abrazo.
Es verdad que cuando nos acercamos mucho a alguien, estamos arriesgando nuestro corazón, pues con ello dejamos una puerta abierta para que nos puedan herir, porque con eso estamos exponiendo nuestro yo interior así como nuestros sentimientos, sueños, y anhelos arriesgándonos por tanto a perderlos.
Pero aun así a veces, decidimos arriesgarnos a compartir con alguien esa parte de nuestro yo, interior permitiendo que se nos acerquen, exponiéndonos interiormente ante sus miradas y por la razón que sea decidimos confiar en alguien en un momento dado aceptando correr el riesgo…
Amar y no ser amado es uno de esos riesgos y aun así lo decidimos correr en algún momento, igual que desear algo y ser defraudado, de la misma manera que vivir es arriesgarse a morir en cualquier momento… porque realmente todo conlleva riesgos.
Pero es que… intentar siempre algo es arriesgarse a fallar también, y no por ello dejamos de intentar hacer cosas. Yo pienso que a pesar de fallar en el intento, hay que arriesgarse siempre, porque sinceramente creo que es más peligroso en la vida no intentar arriesgar nunca nada por miedo a perder, que perder, habiéndolo intentado.
Y además creo, que las personas que no hacen nada por cambiar aquello que no les gusta de sus vidas, en un intento de evitar sufrir así alguna tristeza o la soledad misma que les provocan estas situaciones, nunca podrán crecer interiormente ni tampoco ni podrán vivir libremente sin sentirse atados a algo a lo que no les gusta, no podrán sentirse plenamente satisfechos en sus vidas ni podrán sentir la vida plenamente. Porque serán siempre esclavos de sus temores y de sus miedos, y acabaran siempre prefiriendo renunciar a su libertad antes que arriesgarse hacer nunca nada, por temor. Sin querer darse cuenta de que, en esta vida, solo se puede ser feliz, cuando somos nosotros mismos, cuando somos libres, y cuando arriesgamos de verdad para conseguir aquello que deseamos que no es hasta ese momento que lo hacemos, cuando al fin lo conseguimos
Hay un dicho que dice: “Los pesimistas se quejan del viento; los optimistas esperan confiadamente que los vientos cambien de dirección; pero los realistas… éstos, son los que ajustan velas en la dirección correcta que sopla el viento”.
Pues yo quiero ser como estos últimos porque quiero vivir la vida plenamente, porque pienso que esta es muy corta para perderla entre conjeturas, dudas, miedos y temores.
Quiero arriesgarme y no solo conformarme, porque yo nunca he sido de las que se "conforman" por eso no lo voy hacer tampoco ahora... no me quedaré esperando para ver lo que ella me pueda dar, mirando, solo observando y viéndola pasar a mi lado sin hacer nada, saldré a vivirla a, disfrútala, y a enfrentarla.
Es verdad sí, que puede ser mucho lo que puedo perder, pero es verdad también que puede ser mucho lo que puedo ganar también.
Consuelo Ruiz.
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