miércoles, 29 de diciembre de 2010

LA DIGNIDAD


“DIGNIDAD” palabra que viene a realzar ser “DIGNO” de algo, merecedor de algo, y que se corresponde un poco con los méritos o condición de alguien o algo, pero que cada uno sabe también muy en el fondo de cada uno mismo, sin necesidad de que le digan cuánta posee y cuánta de ella contiene dentro de su ser.

Triste, muy triste debe ser si, para lucir esa dignidad que no posees te vales de la poca disposición y de tus pocos méritos, los adornas y realzas con malas intenciones para colgarte (medallas) méritos que no posees.

Dignidad se tiene cuando en situaciones difíciles mantienes la verdad con la certeza de que puedes salir herida, la dices de frente a las personas interesadas sin ningún miedo, sin cobardías, y mucho menos por la espalda. Dignidad es poder decir y saber escuchar las cosas manteniendo la cara al frente y la cabeza muy alta entre otras muchas cosas…

Para mi Dignidad se tiene cuando en aquellos momentos en los que alguien te traiciona, eres capaz de enfrentar los hechos con la serenidad necesaria de entender lo que sabes que no está bien. Dignidad es valorarnos a nosotros mismos dándonos a respetar cuando alguien nos lastima y abusa de nuestra confianza o cuando alguien traiciona nuestra lealtad, es cuando nos molestan, y mucho, las injusticias que se cometen. Pero es sobre todo valorarnos por lo que somos y por lo que hacemos. No por lo que digan o piensen lo demás.

Cada uno de nosotros sabe cómo es él mismo, y no necesita que nadie le tenga que decir si posee, o no, ese que es un valor esencial de un ser humano íntegro y honesto. Si se posee, la dignidad por sí misma se deja notar.

Que cada uno se evalúe y haga una introspección a su interior y teniendo presente el significado de la palabra “dignidad” y valore la presencia de ésta en su vida. A lo mejor al hacerlo se lleva sorpresas y aprende a utilizar mejor las palabras o, en su mejor caso, crece y se fortalece como individuo en otros conceptos como son el “respeto” y la “responsabilidad “que también hacen falta en la vida para vivirla con plena libertad.

Un abrazo
Consuelo Ruiz

lunes, 27 de diciembre de 2010

SI FUERAMOS CAPACES….


Hay por ahí un dicho que dice que hasta que la pobreza no nos enriquece, no somos capaces de levantarnos creyendo en nosotros mismos cuando nos caemos…

Pero si fuéramos capaces de parar por un momento el ritmo del mundo, que pareciera que se volvió loco, y escuchar la voz de algunos que no solo nos hablan, si no que nos gritan pidiendo auxilio… si fuéramos capaces de parar y tranquilos entablar un dialogo, a lo mejor encontraríamos las palabras que muchas veces nos faltan y entenderíamos sobre todo que en el hoy podríamos encontrar el sentido del mañana; que disfrutando del hoy con las personas que tienes a tu alrededor, con las que amas, estás disfrutando la vida, estás viviendo ésta, porque la vida, al fin y al cavo, se acaba, sabríamos que lo seguro es vivir ese hoy, y no tan seguro es el dejarlo todo para mañana ¿Quién sabe cuándo a nadie el camino se le acaba, no? Cuando yo entendí que en el hoy puedo encontrar también el sentido al mañana, decidí vivirlo e intentar disfrutarlo, pues vida solo tenemos una y es demasiado corta para desperdiciarla.

Si fuéramos capaces de aceptar nuestros errores y no los cambiáramos por los triunfos; si decidiéramos enfrentarnos a quienes somos, con nuestras virtudes y con esos defectos, quizás una mañana encontráramos en el espejo el reflejo de alguien que aunque no reconociéramos muy bien es alguien que aprendió a aceptarse…

Pero retomando el dicho con el que empecé, hasta que la pobreza no te enriquece el espíritu después de la caída no eres capaz de encontrar el valor para levantarte creyendo….

Consuelo Ruiz

domingo, 12 de diciembre de 2010

FELICES FIESTAS PARA TODOS


EN ESTAS FIESTAS DE NAVIDAD Y TODO EL PROXIMO AÑO NUEVO 2011
"Que en estas fiestas, la magia sea tu mejor traje, tu sonrisa el mejor regalo, tus ojos el mejor destino, y tu felicidad mi mejor deseo
¡¡FELIZ NAVIDAD!!.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Esperanza

Una bonita reflexion hecha por  Sergio Augusto Vistrain



“Si el árbol que hemos plantado, un día tuerce su tronco, debemos seguirlo cultivando, porque aún así un día nos regalará sus frutos”.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Todavía no es tiempo para dejar de perseguirlo…

Hoy me levanté con la rabia de años atrás; con esas ganas de agarrar de las manos al SPP; de plantarle cara y decirle que ya; que hasta aquí llegó esta situación. Me dejó derrotada durante dos o tres días y le dejé que me ganara un terreno que era mío y que no le había dejado conquistar hasta este momento. Pero hoy reaccioné y me di cuenta de que no estoy dispuesta a cedérselo sin luchar ¡¡¡Ahh no… ni hablar!!! Por eso lo enfrenté al levantarme esta mañana, y decidí que comenzamos nuevamente la batalla.

Hace pocos días se celebraran en Madrid unas jornadas, y en ellas presentaba mi testimonio, en el que decía que cada día hacía, y hago, pactos con el SPP, los mismos que hago con mi cuerpo y con mi mente. Los hago para no perder el terreno que todavía no me ha ganado él en esta batalla, que desde hace tantos años llevamos librando los dos… Pero como si se quisiera burlar de mí, o quisiera seguir recordándome que cuando él quiera y solo con decidirlo me puede dar un duro golpe. Pues así hace apenas unos días, y a pocos de aquellos otros, de aquellas palabras dichas por mí, me ha dado un golpe, que estoy intentando asimilar; un directo. De esos que te dan de lleno en la moral, y tal vez un poco hasta a mi “ego”, y que hizo que mi estabilidad emocional se tambaleara, así como hizo presencia en mi vida hace ya tantos años, desde que fiel permanece en ella haciéndome compañía.

Pero también decía ahí, en esas jornadas, que siempre en el fondo tuve suerte porque yo siempre he dicho que soy “Una chica con suerte”, después de todo, por ello me encontré en este camino con gente estupenda, y grandes y buenísimos amigos.

Pues nuevamente esos amigos salieron a mi rescate para agarrarme de las “orejazas“ y consiguieron levantarme “porque sí es verdad que caerse está permitido, pero levantarse es obligado” Y desde luego es una suerte si para eso tienes manos que te ayudan a hacerlo. Porque puedes sentirte como me siento yo hoy, con las ganas de plantarle cara al SPP y de pelearle el terreno que considero mío y que no le voy a dejar todavía ganar.

Hoy que ya se asentaron y que ya reposan tranquilos en mi corazón los sentimientos, hoy que estoy mucho más tranquila, serena y reposada, y que tras desahogado mi dolor, habiendo dejado correr algunas, o muchas lagrimas de impotencia y, ¿por qué no? también de rabia y de desesperación, hoy retomo el rumbo y me vuelvo a plantar frente a él y, como los buenos toreros, lo encaro nuevamente para decirle que no, que no ha podido conmigo. Hasta casi si eso fuera posible lo encaro con más firmeza, con más descaro, con menos miedo y con más contundencia.

Es cierto que me dio duro esta vez, que me hizo agachar la cabeza, ni modo, que me tumbó. Pero aquí estoy de pie otra vez, sacudiéndome el polvo y levantando la cabeza; mirando al frente y dispuesta a luchar, y a darle otra vez batalla; sin bajar los brazos y a enfrentarlo nuevamente.

Yo sigo teniendo un sueño... mi sueño, que aquí en este enlace podéis conocer. Es un video de mi testimonio y de este sueño del que les hablo: http://www.youtube.com/watch?v=Iy0RxzD_aMg

Todavía no es tiempo para dejar de perseguirlo…

Un abrazo

Consuelo Ruiz

domingo, 3 de octubre de 2010

ME DECLARO VIVO

Antes cuidaba que los demás no hablaran mal de mí, entonces me portaba como los demás querían y mi conciencia me censuraba.... llegue a la conclusión de que cada uno diga lo que quiera, soy guerrero: mi espada es el amor, mi escudo el humor, mi hogar la coherencia, mi texto la libertad, y si mi felicidad resulta insoportable, discúlpenme, no hice de la cordura mi opción, prefiero la imaginación


"CHAMALU" ES UN INDIO QUECHUA Y EL POEMA SE LLAMA "ME DECLARO VIVO"

domingo, 25 de julio de 2010

"Colores" Un payaso que sigo buscando

Este es un poema que escribió una amiga Mercedes Brito de Argentina ella escribe poema, y este por algunos acontecimientos que habían sucedido en mi vida, quiso dedicármelo a mí.

Hoy lo al cavo del tiempo quiero compartirlo yo aquí en este blog con vosotros....Hasta hoy realmente no fui capaz de hacerlo y aunque sigo buscando aquel payaso que se perdió en alguna parte, si están cerrándose algunas heridas....
Un abrazo para Mercedes por el poema y espero que os guste como me gustó y me gusta a mí....
Besos

Consuelo Ruiz







“Colores” El payaso de la Esperanza
“Dedicado a Consuelo Ruiz”


He coloreado mis deseos.

He buscado en los colores de la vida,

en la mañana, en la tarde peregrina.

He vestido de estambre de fuego,

en el reflejo verde en mi chaqueta

envuelta en arabescos de colores,

peinada de naranjas de nostalgias…

Pero solo soy un corazón de algodón

que se refleja en esta nariz hecha de humo.

He jugado a las risas estridentes

cual payaso, investigando en mi búsqueda

sedienta de amor…

( Mi cara disfrazo, y escondo mi llanto)

He deseado ser la dueña de mi vida,

vagando entre alcanfor y vendas,

he deseado mi niñez en cada sala de Hospital,

volviendo la esperanza de reencontrarme…

He liberado mi gracia, mi tiempo

y mi alegría

tratando de esconder los temblores de mi vida.

Y he temblado ante la agonía de aquel niño

que se durmió en mis manos , en soledad.

Desde entonces he guardado mi traje de payaso,

esperando despertar de mi letargo,

volver a ser la dueña de mi vida

y calzar nuevamente algarabía,

ser la risueña payasa y renacer a la esperanza

de mirar al infinito

sin que de dibujen en mi surcos

de las salobres lágrimas de antaño.

¡ Quiero oír un coro de jilgueros

al pié de mi ventana!

Y, encontrar las huellas de los pasos que perdí….

Mercedes Estela Brito


martes, 25 de mayo de 2010

¿Explicaciones, sí o no?

Hay por ahí una frase que cada vez me gusta más, que dice “Tus amigos no necesitan explicaciones, y tus enemigos no están por la tarea de escucharla s ni creerlas” por lo tanto me pregunto ¿Para qué y por qué hacer el esfuerzo de dar explicaciones?


Consuelo Ruiz

lunes, 12 de abril de 2010

AÑORANDO LA SOLIDARIDAD

Amigos.....siempre lo malo y, lo incorrecto es más fácil y por fácil es lo que una gran mayoría de personas tristemente en esta vida acabamos haciendo y así vengo desde hace ya tiempo observando….


Hemos pasado de la generación de no tener y carecer de algunas cosas, a la de querer que a nuestros hijos no les falte de nada, y como si estuviéramos resentidos con algo o con alguien por las carencias que algún día tuvimos algunos, nos hemos volcado en no dejar que les falte nada e intentar darles todo…incluso cosas innecesarias.

Pero… si yo echo la mirada atrás y me fijo detenidamente en el presente, comparando a los jóvenes de hoy, con nosotros mismos cuando éramos tan jóvenes como ellos lo son ahora, no tengo mucho que envidiarles sinceramente. Es cierto que me pudieron faltar muchas cosas materiales hasta cierto punto, pero creo, que si me dolió en algún momento debió ser tan pasajero que hoy intentando recordar alguno de aquellos momentos no viene ninguno de esos a mi memoria… fui feliz y esos momentos si son los sí viene a mi mente en su mayoría y me llenan de añoranza.

Porque lo que sí recuerdo son momentos alegres, esas reuniones familiares con mis abuelos cada noche alrededor del fuego de la chimenea, con los amigos de mis padres que eran casi como de la familia, y que llegaban a casa cada noche, a una casa que nunca se cerraba donde nunca se cerraba la puerta y esta siempre abierta y ese recuerdo me lleva a otro que es ese sentimiento de solidaridad que había entre las vecinas. Cuando en casa de alguna de ellas había un problema, todas se unían como piñas para solucionarlo, los amigos en la calle sin llamarnos ya sabíamos donde podíamos ir; no necesitábamos teléfonos para llamarnos … Nunca vi eso en la ciudad, yo que había crecido con todo eso con esos valores, eso se quedó arraigado en mi interior, se quedó tan arraigado, que nunca entendí como la ciudad era tan fría que la gente pasaba al lado una de otra sin saludarse, sin ayudarse…. Eso me llamó mucho la atención y yo observaba mucho, pero… poco a poco me tuve que ir acostumbrando a eso aunque creo que nunca he acabado de aceptar este mundo que es diferente al aquel en el que yo crecí y que conocía, este mundo frio en el que cada uno tiene su vida, que tienen su mundo y que cada uno se han ido metiendo en él, dejando fuera a los demás...

Si, ya he acabado por aceptar que este mundo que veo ante mis ojos nada tiene que ver con aquellos tiempos que yo recuerdo y añoro. Creo que me quedé a medio camino entre dos tiempos….

Pero quizás por eso observo mucho a la sociedad en la que también vivo y a pesar de ver que sí, que tienen los jóvenes, incluidos mis hijos, porque también entré en ese juego de querer darles lo que yo creí que a mí me faltó,… Y tienen mucho mas de todo aquello que no tuve yo a su edad. Realmente les falta algo que sí teníamos nosotros, nosotros teníamos valentía, rebeldía, decisión, ilusión y un desafío por conseguir, porque a nosotros nadie nunca nos resolvía las cosas, porque no podían, primero, y porque los desafíos cada uno los tenía que resolver cuando les llegaban a uno mismo…..

A ellos no les podemos culpar tampoco de todo, ya que nosotros les hemos resuelto toda la vida los problemas. Yo me pregunto si eso es haberles hecho un favor a ellos o es habérnoslo hecho a nosotros para nuestra satisfacción como padres para sentirnos bien y satisfechos

Yo creo que si todos nosotros hiciéramos un esfuerzo; mirando un poco hacia dentro de nosotros e intentáramos educar a nuestros hijos a encarar la vida como un desafío ...el desafío de lo que es correcto, ese desafío , que precisamente por ser complicado, es un desafío que nadie dijo que fuera a ser fácil, ni que nosotros se lo tuviéramos que dar resuelto. Facilitarles todo, sí, ayudarles en todo, también, pero no resolverles ese desafío y dejarlos a ellos sin esa posibilidad de poder resolverlo por ellos mismos.

Ese desafío es la vida y esta la deben vivir ellos por sí mismos, y nosotros cada uno en su medida estar ahí para enseñarles siempre a ir con la verdad, de hacer lo correcto, de hablar mirando a los ojos..., para que acepten el desafío de pensar lo que van a decir, de que no consiga nadie callar nunca su voz... el desafío de aprender también a escuchar… y sobre todo el de no caer nunca en la vileza de crear, buscar y transmitir chismes, con lo que sólo se lastiman las relaciones entre las personas y las distancian cada vez más.

Enseñarles valores como la nobleza el cariño por la familia y la amistad. Esos valores nobles que parece se perdieron por algún lugar del tiempo que no consigo ubicar, pero que, pensando y observando, algo está muy mal ya que entre los mayores veo soledad, tristeza y abandono….y entre los jóvenes tristemente tampoco veo esos lazos de amistad que yo veía a mi alrededor en aquellos tiempos ya pasados.

Consuelo Ruiz

martes, 16 de febrero de 2010

¿Ayuda?, sí, pero ¿a partir de qué momento y hasta dónde?

Hola amigos:

Hoy hablaba con una amiga, compañera de un amigo afectado de polio y Síndrome Post-Polio (SPP), quien me expresaba algunas dudas y preocupaciones que ella tenía con respecto a la pareja que ellos forman, así como algunos problemas que se les están viniendo encima ante ésta situación, los cuales no expongo aquí por ser suyos personales.

Pero, tras esa conversación que mantuve con ella, y mientras regresaba a mi casa, no dejé de pensar en algo que me gustaría plantear aquí ahora a vosotros para que me respondáis qué tanto nos afecta a nosotros, como afectados, esa situación.

Nosotros siempre hemos dicho que nos hemos considerado autosuficientes y que para algunos de nosotros el SPP ha sido el mayor golpe de nuestra vida porque nos está haciendo replanteárnosla y tenemos que adaptarnos a unas nuevas circunstancias y limitaciones que nos van discapacitando ¿Verdad?

También hemos dicho algunas veces aquí que esto que se menciona algunos amigos y familiares no lo pueden entender, porque nos ven bien, y no consiguen entender lo que nos ocurre. Pero... ¿qué sucede cuando el caso es al contrario; cuando, por creer que nos ayudan, se obsesionan con lo que nos ocurre y quieren sobreprotegernos, al extremo de no dejarnos mover sin su permiso y vigilancia, hasta llegar a querer hacernos casi totalmente dependientes de ellos? Estando nosotros conscientes de que no estamos tan discapacitados, y que somos muy capaces de seguir siendo autosuficientes, con ayudas, eso sí, pero no controlados como niños pequeños que no saben o no deben tomar decisiones por sí mismos. Porque la discapacidad, en nuestro caso, es física, y no psíquica, afortunadamente.

Pues bien, mi pregunta es la siguiente: ¿cómo reaccionaríais ante una situación similar, o cómo creéis que lo haríamos todos nosotros? Porque yo lo he venido también pensando desde ese momento que nos separamos las dos y me ha generado serias dudas, pero me gustaría saber vuestra opinión.

Creo que el de educar sobre este problema a los familiares y amigos es un tema que no se ha hablado mucho, ni se ha dicho hasta dónde ellos pueden ser necesarios sin hacernos sentir que invaden nuestro “territorio”, y cuánto estamos nosotros dispuestos a dejar que nos ayuden, sin sentirnos “ofendidos” de que lo invadan. Es un tema que yo creo que todavía está pendiente, hasta para nosotros mismos.

Espero vuestras respuestas ya que me parece que es un tema interesante que se podría tratar con respeto, por la importancia que tiene para algunas personas a las que está generando grandes conflictos.

Un abrazo muy fuerte desde Madrid con cariño para todos.

Consuelo Ruiz

martes, 26 de enero de 2010

BUSCÁNDOME, EN MEDIO DE UNA BATALLA

Desde hace ya mucho tiempo vengo luchando con el SPP y desde hace ese mismo tiempo busco un lugar donde refugiarme, para buscarme yo misma y, hablando conmigo a solas, quizás para poder encontrarme también a solas con esa persona que fui. Quiero volver a ser, y  encontrar en algun lugar de mi que se que  está ahí y mirar de frente a la cara a esa mujer optimista, luchadora llena de ilusiones que mira siempre la vida de frente, y quizás así poder mirar los cambios de mi cuerpo y de mi mente con valentía, ante las adversidades que me representa este problema.

Necesito sentirme a mí misma por dentro, y desde lo más profundo, para encontrarme con el yo que siempre he sido, y conocer a esta otra que soy ahora, renaciendo cada día, adaptándose a los cambios que van apareciendo tambien cada día en mi vida, compitiendo en una lucha continua y sin tregua. En la que todavía no hay, ganadores, ni  vencida...

Algunos días, con mucha frecuencia, es verdad, y seguramente como muchos de vosotros, me pregunto dónde estoy, y... a donde voy, más que quien soy. Porque quien soy,  yo lo sé, y me conozco demasiado bien. Pero sí necesito saber respuestas y en qué etapa del SPP me encuentro, de cómo evoluciona en mí, para yo saber cómo me puedo ir moviendo... y qué me depara el futuro, que ahora lo veo incierto; con mil preguntas sin respuestas, y mil incógnitas en mi camino... ¿Hacia dónde me encamino yo?

Porque hasta  aqui todo estaba claro, la polio me acompañó toda mi vida, desde los 18 meses y hasta los 27 años también creía conocerla. Estaba adaptada a ella y convivimos ambas en armonía, nunca le eché demasiadas cuentas, no le di demasiada importancia, mucho menos ningún lugar honorífico en mi vida, ni para bien, ni para mal..

Pero... aquí llegó ese “pero” que se convirtió en el problema de hoy y es que a partir de los 27 quiso ella también tomar protagonismo y dijo que volvía a querer hacerse presente en mi vida, valiéndose del mencionado Síndrome Post-Polio (SPP). Era su momento de volver a aparecer en mi vida de alguna manera.... y apareció, queriendo tomar posiciones ella y anularme a mí y, en esa batalla andamos ambas luchando cada día, Unos días cede ella, y otros yo, y otros días casi hacemos una tregua, y hasta hacemos pactos. Incluso he conseguido aprender a engañarla... ya son muchos años conviviendo con el SPP y aprendiendo a conocerlo. No acostumbrándome porque eso sí es difícil, pero aceptando los cambios que están llegando a mi vida, los que cada vez son mas, y mas rápidos y tambien mas dificiles de asimilar.

Pero si de algo estoy convencida, segura y confiada, y porque no pienso dejar de luchar, y porque no me falta obstinación o cabezonería, creo que esa batalla al final la ganaré yo... algún día.

Consuelo Ruiz