miércoles, 30 de mayo de 2012

Disfrutando las cosas sencillas.


Siempre me ha gustado observar a mi alredor, siempre me han dicho que soy muy observadora, quizás eso me ha servido de mucho para conocer a las personas que me rodeaban, sin que tuvieran que decirme las cosas, porque yo sentía cuando estaban alegres, tristes, o las acosaba un problema.
Me gusta observar a la gente aunque no las conozca de nada, y me gusta observarlas cuando me cruzo con ellas por la calle, o cuando voy en el autobús, simplemente me gusta observar y ver sus reacciones ante diferentes cosas y situaciones. Me gusta ver jugar  a los niños, reflexionar tras charlar con los  ancianos en cualquier banco de cualquier parque, me gusta ver divertirse sanamente a los  adolescentes y escuchar sus risas, me gusta ver a esas parejas exhibiendo y disfrutando su amor, y algunas veces al verlos hasta son capaces de arrancarme una sonrisa, quizás de añoranza. Y es quizás también  porque al verlos a mi cabeza vienen recuerdos de cuando yo viví  esa época y soy capaz de revivir esos sueños en los  que tenia, las mismas ilusiones y me doy cuenta de  que hoy  sigo teniendo las mismas esperanzas, el mismo coraje y las mismas ganas de vivir, de luchar, de disfrutar, y de amar…
 Hoy paseando por el parque que hay junto a mi casa, me fijaba y observaba, como ya brotaron los árboles, y cómo ya avanzó la primavera, de cómo esta se impuso un año más. Y  pensaba, que la naturaleza tiene unos ciclos que cumple a pesar de nosotros…ofreciéndonos diferentes espectáculos que no nos paramos a observar, pero que son dignos de ser admirados.
 Es posible que todavía pueda haber frio, y que la lluvia vuelva hacer acto de presencia…que todos regresemos a nuestras casas, pero también estoy segura que por mucho frío que llegue ahora, éste, ya  no podrá callarla poque ya la  primavera extendió su manto por todos los lugares, y ella se impondrá, sabrá salir adelante, sobrevivirá, seguirán brotando las hojas en  los arboles  y estos lucirán hermosos y  en poco tiempo  mas, también lo estará el campo, y podremos ver  brotar muchas más flores. Y un año mas nos habrá dado la naturaleza  una lección  a la que nunca nos detenemos ni a escuchar, ni a  observar y que poco sabemos disfrutar.
Pero es que pensaba… Que es porque eso no está de moda, no es actualidad, no está en centros comerciales, y no se puede comprar, eso no es lo que se lleva, eso, no es para  consumir que es lo que parece gustar a esta sociedad en la que vivimos, eso es solo  para observa, admirar, y solo poderlo disfrutar…y para ello…, Solo tendrias que detenerte y observar todo lo bello que hay a tu alrededor ¡¡ Y disfrutar…!!   
 La vida algunas veces es así, nosotros solitos nos la complicamos, renunciamos a las cosas sencillas, y no las sabemos disfrutar. Somos capaces de pagar hasta lo que no tenemos por mantener un rol de vida  y un consumismo, del que nadie se quiere bajar porque no somos capaces de prescindir de nada...pero sobre todo porque estamos subidos en el querer ser más…, o al menos en querer aparentar serlo.
Y yo me pregunto ¿Merece la pena renunciar a esas cosas sencillas?
 Consuelo Ruiz.

2 comentarios:

  1. No, amiga, no merece la pena renunciar a las cosas sencillas, es más, te diría que las cosas sencillas son las auténticas cosas por la que merece la pena vivir.

    También a mí desde siempre me ha gustado observar a la gente en determinadas situaciones, en lo cotidiano. Es hermoso que nos pueda arrancar una sonrisa cargada de ternura y comprensión, porque nos identificamos o porque empatizamos con la gente. Sólo por ello, aunque no tuviésemos más motivos, valdría la pena vivir.

    Con la edad apreciamos más la grandeza de las cosas sencillas, atesoramos menos cosas materiales, vamos soltando lastre porque, sabiamente, la naturaleza nos va preparando para nuestra partida sin retorno, y comenzamos a vaciar nuestras alforjas y a llenar nuestro corazón.

    Un beso.
    (Qué suerte tenerte de amiga!!!!)

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  2. Gracias amiga también considero una suerte tenerte a ti de amiga… je je je..
    Gracias por tus cometarios, yo también creo que no merece la pena renunciar a esas cosas sencilla y que más bien deberíamos aprender todos a apreciarlas y disfrutarlas un poco más de lo que lo hacemos. Al final, como tú dices que pesado es llevar tanto peso en las alforjas todo el tiempo ¿Verdad? Es mejor y nunca mejor dicho ir alivianándose de él, y empezar caminar más lento disfrutando un poco más las cosas, y a las personas que tenemos a nuestro alrededor.
    Muchos, muchos besos amiga

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